lunes, 31 de enero de 2011

Una aventura: Dakar 2011

Una aventura: Dakar 2011


El ruido del motor es ensordecedor. Polvo, arena, dunas…se dice que es uno de los  rallies más duros del mundo. Sólo tú contra el desierto, contra el barro, las rocas, la vegetación. Sólo tú contra el terreno. La magia del Dakar nace en 1979, después de que el piloto Thierry Sabine se perdiese en el desierto y considerara su experiencia digna de ser repetida en una competición. Lo que empezó como una aventura en estado puro, se ha convertido en todo un evento organizado con más de dos mil personas implicadas.

Quien se conoce muy bien esta experiencia es el piloto español tricampeón del rally Marc Coma.  Ganador del Dakar en 2006, 2009 y 2011, es el único español que ha ganado tres veces esta competición en moto. Es una prueba muy dura y el actual campeón ha tenido que sufrir más de lo que se imaginaba este año:

“Han diseñado un recorrido super exigente, donde no había ningún día donde pudiésemos relajarnos lo más mínimo, y encima pues las condiciones meteorológicas pues lo han ido complicando cuando un día no hacía mucho calor, el día siguiente llovía, y la verdad es que ha sido un sufrimiento hasta el final…”

Y es que esta prueba está llena de obstáculos, trabas y dificultades en todo momento. Es un certamen donde la inscripción es abierta, lo cual convierte la carrera en una experiencia idónea para los amantes de la aventura. Por lo que la participación de competidores aficionados es amplia. Pero este no es el caso de Marc, que con sólo 34 años le ha plantado cara ya en ocho ocasiones. Debutó en 2002, y un año después ya estuvo a punto de entrar entre los diez primeros de la clasificación general. A día de hoy con 15 días, 13 etapas, 9.000 km y mucha tensión acumulada a sus espaldas, finalmente puede celebrarlo:

“Contento, emocionado, 15 días de carrera que no…, estos últimos días no, no se acababa nunca, con mucha tensión acumulada, y bueno nos ha traído aquí un camino que ha sido el de trabajar …trabajar y humildad ósea y vamos ya a no perderlo y continuar así…

De nuevo un español se hace con el triunfo en una competición. El deporte español puede sentirse orgulloso de cada uno de los deportistas españoles que participan en cada una de las competiciones deportivas…a día de hoy ser español es ser ganador.

La perfección no da la felicidad...

La perfección no da la felicidad...

Rumania, 29 de noviembre de 1989…
Era una noche muy fría, Nadia estuvo caminando todo el trayecto tratando de pensar que lo que estaba haciendo era lo mejor que podía hacer. Seguía los pasos de un mercenario a través del bosque por un camino bronco y pantanoso. El lodo le llegaba hasta las rodillas. No iban solos, más gente trataba de dejar atrás la tiranía y la tristeza de un país corrupto. Esa noche treparon siete cercas de alambre de espino. En su autobiografía, Cartas a una joven gimnasta, Nadia declaró que estaba literalmente «cubierta de sangre».  En ese momento no se sentía como la niña que consiguió la perfección. Llegaron a Hungría, subió a un todoterreno  hacia Austria pidió asilo político y tomó un avión hasta Estados Unidos. Allí comenzó a vivir su exilio, su verdadera vida.
La perfección no da la felicidad. Nadia Comaneci nació en la ciudad de Onesti en 1961. Tuvo una infancia normal hasta que a los seis años fue vista por Bela Karoloyi, entrenador de una escuela experimental de gimnasia próxima al lugar. Comenzó a entrenar. Se estaba preparando para ser una gran gimnasta, una profesional. Empezó a competir, era una niña prodigio, lo ganaba todo. Fue en 1976, después de haber cosechado algunas medallas de oro en competiciones nacionales e internacionales, siendo una mujer madura de tan sólo 15 años, cuando sucedió lo inesperado. Llegó a los Juegos Olímpicos de Montreal y lo que consiguió traspasó la historia. No sólo destronó a la reina Olga Korbut, sino que fue la primera mujer en conseguir un 10 en las barras asimétricas. Ni siquiera los marcadores estaban preparados para poner dos dígitos antes de la coma. El ejercicio perfecto era posible. Nadia Comaneci materializó la perfección.
En menos de una semana, ya aparecía en la portada de Time, Newsweek y Sports Illustrated. «Es perfecta», declaraba Time en su portada. Pero a su triunfante regreso, la vida en Rumania se tornó cada vez más sombría bajo el régimen de Nicolae Ceausescu. Fue recibida en su país como una heroína, lo que no sabía la gente era lo que ocurría detrás de los flashes. La revista Newsweek publicó que Nadia Comaneci vivía como una estrella del rock y que Ceausescu le había dado una villa de ocho habitaciones, joyas, un coche y una numerosa plantilla de sirvientes. Entonces, ¿por qué huir del país? El detonante, la fuga que protagonizaron sus entrenadores Bela y Martha Karoloyi en 1981. A partir de entonces temiendo que desertara ella también, fue sometida a una rigurosa vigilancia. Tenía totalmente prohibido salir del país a competir. Estaba harta.
Aún así siguió cosechando éxitos. En 1980, obtuvo dos nuevas medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Moscú, en suelo y barra de equilibrio, y el segundo puesto en la general individual. Desde luego entonces, nada se sabía de las maldades que le hacían el dictador Ceausescu y su propio padre. Con 23 años se retiró de la competición activa para convertirse en entrenadora. Finalmente su capacidad de superación y una huida clandestina le llevaron a la libertad. Se casó con Bart Conner, un gimnasta laureado: «En el transcurso de 30 años, la gente y la cultura habían sido prácticamente destruidas, y mi casamiento fue una oportunidad para que todos volvieran a enamorarse de Rumania», dijo Nadia. A día de hoy, todavía se puede ver la perfección lograda en los ojos de esta gran ex gimnasta. La perfección se puede encontrara en cualquier parte y Nadia ha sabido dirigirla hacia la bondad, la caridad y la felicidad.