Forjarse una leyenda no es fácil, pero parece que Raúl González Blanco tiene todas las papeletas para conseguirlo. Con el gol del empate de ayer ante el Valencia en la Liga de Campeones, Raúl silenció un Mestalla que desde el calentamiento no le dejó tranquilo. El exdelantero madridista ya sabe lo que es que le piten cada vez que toca un balón, por eso, supo sacar su inconfundible carácter, incordió todo lo que pudo y supo estar donde debía en el momento exacto. Como siempre.
El Shalke 04 poco hacía por sacar el partido adelante y como no podía ser de otra manera, Raúl a pase de Jurado se colocó, se giró y con un zurdazo venció la estirada de Guaita para marcar el gol que empataría el encuentro. El Shalke fue Raúl. Pero no todo fueron abucheos, a pesar de que nadie se olvidaba de su pasado madridista, en las gradas pudo verse pancartas de apoyo de muchos raulistas que quisieron dar la bienvenida al delantero.
Suma así su gol número 69 en Champions y es el máximo anotador en competiciones europeas con 70 goles, superando al alemán Gerd Müller. Además a su colección de goles añade el hecho de que desde ayer ya puede presumir de ser el futbolista que más partidos ha jugado en Copa de Europa con 139, igualando al mítico Maldini. Una leyenda se crea poco a poco y parece que el ariete español ya tiene la mitad del camino recorrido.
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