Hoy todos los medios de comunicación le dedican una sección, medio programa o el programa entero, para recordar esos maravillosos momentos que vivimos hace un año y nosotros no vamos a ser menos. Desde aquí queremos sumarnos a la iniciativa de Santiago Segurola, Paco García y Tomás Guasch en Marca y contar dónde estábamos nosotros hace exactamente un año. Nosotros no estuvimos ni en las gradas del Soccer City, ni teníamos pases VIP de periodistas, pero lo vivimos con la misma intensidad y nervios que cualquiera de ellos.
Ese día fue como otro cualquiera de verano, con la diferencia de que esa tarde seríamos campeones del mundo. Lo vimos en un salón enorme con cabezas de elefantes y de ciervos y gacelas colgadas de las paredes al más puro estilo "Memorias de África", un lugar idóneo para la ocasión. Estuvimos pasando las horas previas en la piscina que estaba justo pegada a la gran cristalera del salón y preparándonos con las pinturas de la cara que regalaba Cuatro para estar lo más acorde a la situación posible. Llegó la hora y nos pegamos todos al televisor. El gol de Iniesta llegó en el mejor momento, cada uno estaba más nervioso que el que tenía al lado... ya no había nadie sentado, unos detrás del sofá otros justo pegados a la tele...y GOOOOOL!!!!!
Nosotros no nos lo podíamos creer todavía, había que esperar. Hasta que el árbitro no pitase el final del partido, no había nada que celebrar. Y pitó. La euforia era incontrolable. Abrazos, saltos, lágrimas, besos... Sin duda un día que jamás olvidaremos. Como era de esperar acabamos en Colón y en Cibeles gritando con multitud de seguidores y saltando hasta las tantas...
No estuvimos allí, no lo vimos en el Bernabéu, no eramos muchos... pero la pasión y la ilusión seguramente fue la misma en cada uno de los españoles del mundo que estuvieron ese día viviendo el mundial.
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