miércoles, 30 de marzo de 2011

Crónica de una velada: 25 de marzo 2011, Navalcarnero - BOXEO

Crónica muy detallada de una velada...

Era la primera vez que me veía rodeada de boxeadores. La verdad es que dan más miedo cuando no los conoces. Una vez que te los han presentado son todos como trocitos grandes de pan... Estaba nerviosa. Yo quería entrar ya, sólo quedaban 10 minutos para que empezara la velada y ahí seguíamos… en un bar. Claro, normal, para ellos era una velada más. Aunque era una velada donde debutaba como profesional uno de los suyos. Al final sobre las nueve y cuarto ya estábamos dentro. Tuvimos mucha suerte, entramos y nos colocamos justo enfrente del ring al fondo de la sala donde se veía bastante bien y teníamos una especie de banquillo para poder sentarnos. Debimos de caerle en gracia al de seguridad porque nos dejó quedarnos ahí y a todo el mundo que se ponía por esa zona les echaba: “No pueden estar aquí, por favor”.


Justo cuando entramos estaban pelando dos mujeres. Increíble. Ya había empezado, ya estábamos ahí  y  cuando me quise dar cuenta ya estaba presenciando mi primer K.O. Segundo combate: peso pesado a cuatro asaltos de tres minutos, debutaban en profesional Alex Ormeño y Damián García. Damián parecía un auténtico gladiador, muy grande, fuerte, lleno de tatuajes y acompañando a todo su físico un calzón negro con unas tiras que se convertían en una falda auténticamente al estilo gladiador. Por otro lado, Alex, se le veía más esbelto, más ágil, con calzón blanco y guantes a juego. Según se subieron al ring todo el mundo a mi alrededor decía que este combate no iba a durar mucho y así fue. Primer asalto y los guantes volaban de un lado a otro, se golpeaban sin tregua. Cualquier cosa podía haber pasado, pero finalmente resultó que García noqueó a Ormeño. K.O. fulminante. Mi reacción fue taparme los ojos. ¡Qué golpe, qué caída! El árbitro fue rapidísimo a tumbarle de lado y acto seguido subieron al ring las asistencias médicas. La gente gritaba: "Damián que lo has matado"... Pero finalmente se consiguió levantar casi sin poder sostenerse sobre las piernas. Un K.O. en toda regla.  ¡Cómo empezaba la noche! y el siguiente era Cristian.

Tercer combate: peso ligero Cristian Morales y Damián Antó cuatro asaltos de tres minutos. ¡Qué nervios!. Toda la sala coreaba el nombre de Cristian, el apoyo a este chaval era indudable. Solamente de los que nos habíamos reunido para ir a verle éramos unos veinte así que si sumamos a los que ya estaban ahí o a su familia... No voy a andarme por las ramas, ganó. Se adjudicó una merecida victoria a los puntos. Antó estuvo a la altura del debut del campeón de España amateur, pero no pudo con la agilidad, los movimientos y las ganas de un Morales con ganas de debutar a lo grande. Cuando se acabó este combate ya nos dispersamos un poco y los combates pasaban sin más en el ring, lo que no esperábamos fue lo que sucedió justo en el último de todos.

 Ya serían casi las dos de la mañana. Último combate: superligero Rubén Nieto vs. Alex Bone. Nieto también traía una buena afición. Comenzó el combate. Parecía que iba a estar igualado, pero el estilo de Alex no gustó mucho. Se dejaba caer encima de Rubén cuando ya no podía más. Estaba recibiendo hasta en el carnet de identidad y encima el árbitro Vázquez, no lo estaba haciendo tampoco bien del todo. Recibió silbidos y gritos de todas partes, hasta de ambos entrenadores. La tensión era palpable el recinto parecía un hervidero. Todo el mundo gritaba, pitaban e increpaban la situación. Pero donde estalló finalmente la locura fue en la esquina del ecuatoriano, Bone. Uno de sus preparadores que ya la había tenido con el árbitro, se enfureció de tal manera que se quitó la camiseta y la lanzó al ring quedándose enredada en las cuerdas. Se marchó y se sitúo al otro lado del cuadrilátero, justo detrás del entrenador y los preparadores de Ruben Nieto. Un gesto muy feo. Sin dudarlo dos veces un miembro de seguridad se dirigió a él comentándole que no podía estar ahí, viendo lo que podía pasar. Pero el preparador no quería marcharse y por unos momentos la tensión del ring desgraciadamente pasó al piso. No fue más que una anécdota, pero que se podría haber evitado...

Lo mejor estaba aún  por llegar. El combate seguía y la garra y la fuerza con la que estaban boxeando tenían a toda la sala en pie. Nieto dominaba la situación y azotaba a Bone, pero este no caía. Hasta que en un despiste de Rubén recibió un golpe que lo mandó a la lona. ¡Nooo! Todo el mundo estalló en un mismo grito de asombro, duda y rabia... No podía ser, arriba Rubén...Rubén, Rubén...Toda la sala era una sola voz. Y se levantó. Último asalto. Nieto no iba a permitir que el combate acabara sin más. Parecía que sabía lo que toda la afición estaba pensando y acabó fulminando a Bone. Zanjó el combate mandando al ecuatoriano de Zaragoza a la lona con un golpe perfecto. Gritos, saltos, aplausos, la gente de pie abrazándose…final de película y Rubén a hombros de su entrenador. Hay materia prima en este boxeador que sigue invicto y parece que va para largo.  Hay que estar ahí para vivirlo.

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