Anoche se hizo historia. Dallas Mavericks ganó por 95 - 105 a los Miami Heat de Wade y LeBron, en el sexto partido de la Final de la NBA para conseguir el ansiado anillo. La eliminatoria quedó finalmente 4-2 en la serie al mejor de siete.
El alemán Dirk Nowitzki merece un capítulo a parte. Se ha consolidado como MVP de la Final, con promedios de más de 20 puntos y 10 rebotes durante la serie y además se convierte en el primer alemán en la NBA que lo consigue. Pero no fue el único que destacó en los Mavs. El base puertorriqueño Jose Juan Barea se transformó en gigante. Rompió el esquema defensivo de los Heats y se salió con su rapidez en el juego y sus entradas increíbles doblegando a sus defensores que parecían triplicarle en altura. Aportó 15 puntos claves para los Mavericks en los 30 minutos que jugó. Anotó 7 de 12 tiros de campo, incluido un triple en tres intentos, repartió cinco asistencias, capturó tres rebotes y recuperó dos balones.
En cuanto a los de Spoelstra, aún no tienen bien cogido el ritmo entre ellos. Momentos de parón en la defensa hacían dudar de la posible victoria de los Heat. Salieron como favoritos con sus tres figuras, el alero LeBron James, el escolta Dwyane Wade y el ala-pívot Chris Bosh, sin embargo fueron de más a menos a medida que iba avanzando el partido. James perdió seis balones, Wade no estuvo acertado en los cinco minutos finales del cuarto periodo cuando tenían un parcial desfavorable de 87-94 y Haslem no puedo con las acciones encestadoras de Nowitzki.
Muchos tiros libres fallados en ambos equipos, pero finalmente en el tercer periodo comenzaron a despertarse los jugadores de Rick Carlisle y decidieron que la victoria se iba para casa. De esta manera además de conseguir su primer anillo en la historia de los Dallas Mavericks, se vengaron de la derrota en 2006 en las Finales de la NBA cuando perdieron por 4-2 ante los Heat, siendo el primer título que conseguía el equipo de Miami.
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