jueves, 12 de mayo de 2011

Ayrton Senna, en cines el 27 de mayo

Ayrton Senna da Silva habría cumplido el 21 de marzo 51 años. Un conductor duro, feroz, detallista, ganador... En 1978 llegó a Europa con tan sólo 18 años para competir por primera vez y correr "de verdad". El 27 de mayo se estrena en la gran pantalla el documental dirigido por el director de cine Asif Kapadia sobre la vida y triunfos de Ayrton Senna.

Si preguntásemos a los actuales campeones de Fórmula 1 quién podría ser el mejor del mundo en esta disciplina, sin ninguna duda la mayoría diría Senna. Sus récords son abismales. Campeón del Mundo de Fórmula 1 en tres ocasiones, 1988, 1990 y 1991, subcampeón en 1989 y 1993, detrás de su máximo rival Alian Prost. Sólo Michael Schumacher ha conseguido superar la mayoría de sus récords. Sin embargo, aún le queda por superar las seis victorias en el Gran Premio de Mónaco (cinco de ellas consecutivas). Ahora, la duda está en el hecho de qué hubiese pasado si Senna no hubiese fallecido tan pronto. 
El 1 de mayo de 1994, Senna salió a calentar como siempre en Imola en el Gran Premio de San Marino, a dar sus dos vueltas de rigor al circuito. Ese día dio tres. Nadie sabe por qué lo hizo y a la altura de la famosa curva de Tamburello, en la vuelta número siete, el monoplaza Williams Renault FW16 de Ayrton Senna se estrelló, a más de 300km/h, mientras una de las ruedas de su coche le golpeó en la cabeza a gran velocidad. El monoplaza de Senna tenía 1.200 caballos, 450 más que los de hoy en día. La muerte del piloto conmocionó a muchísima gente. Su ataúd fue llevado por las calles de São Paulo en un coche de bomberos, seguido por más de dos millones de personas. Fue enterrado, con honores de jefe de Estado, en el Cementerio de Morumbí.  Pese a su carácter agresivo en pista, fuera de ella era un hombre muy religioso y que se preocupaba muchísimo por la seguridad de los demás. Claro ejemplo es el del piloto Erik Comas en Spa en 1992, donde Senna paró su vehículo a un lado de la pista y se bajó a ayudar al piloto arriesgando su vida.

Muchas veces incluso se le tachó de criminal por su actitud agresiva al volante o por sus ansias de ganar en todo momento, sin dudar en buscar el hueco por donde fuese. No obstante, de lo que no se podrá tachar jamás a este excelente piloto es de su superación y su absoluta competitividad y amor por este deporte. 


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