viernes, 6 de mayo de 2011

Real Madrid-Maccabi Electra, la final de la Copa de Europa mucho más cerca

Para el Real Madrid de fútbol ya no hay sueño en Europa, pero para el equipo de baloncesto todavía quedan sueños y esperanzas. Esta noche juegan en Sant Jordi, ante el Maccabi Electra, después de 16 años una "Final Four". 

El equipo de Emanuele Molin se presenta en la cancha azulgrana 16 años después de que en Zaragoza, con Sabonis y Arlauckas a la cabeza, conquistarán su octava Copa de Europa. Nada tiene que ver el equipo de aquellos tiempos con el que hoy saltará a la cancha. Este equipo de Prigoni, Sergio Rodríguez o Felipe Reyes, apenas tienen experiencia en esta competición. Ni siquiera su entrenador, que a pesar de su labrada participación como asistente (ocho Final Four), sólo ha disputado una eliminatoria como jefe, conoce de primera mano lo que es disputar esta competición como técnico. Sin embargo, en estos 16 años no sólo han cambiado los jugadores del conjunto madridista, el baloncesto ha sufrido importantes modificaciones para hacer mucho más atractivo este deporte.
El baloncesto de hoy en día ha evolucionado hasta convertirse en un deporte mucho más dinámico y veloz. Si antes cuando se subía la bola se contaba con 30 segundos para elaborar la jugada y dirigir el ataque, ahora sólo cuentan con 24. De esta forma, las jugadas deben ser más rápidas y se debe aprovechar mucho más el tiempo, lo que hace da al juego una visión mucho más atractiva en los ataques y, por contra, en las defensas. Otra evolución en esta disciplina ha sido la división del tiempo en la cancha. En Zaragoza, cuando el Real Madrid se enfrentó al Olympiacos se jugaron dos tiempos de 20 minutos, hoy en Sant Jordi, jugarán esos 40 minutos de partido divididos en cuatros cuartos de 10 minutos cada uno. Pero eso no es todo, otra de las reglas FIBA que ha transformado el baloncesto es la referente al lanzamiento exterior. Antes la distancia para anotar un tiro de tres era de 6,25 metros, hoy hay que lanzar 50 cm más alejados. Eso sí, los anotadores clave como Clay Tucker no tienen ningún problema con esta medida.

Esta claro que 16 años son muchos años y que una plantilla como la que se presenta esta noche en la cancha de Sant Jordi no debería temer al Maccabi Electra y debería sellar su pase para disputar la final. Su posible rival saldrá del encuentro que se juega tres horas antes entre el Panathinaikos y el Montespaschi Siena. Ahora, no olvidemos que primero hay que superar al Maccabi. Pese a la ausencia de Doron Perkins, sigue siendo un equipo muy físico y habrá que superarles si quieren igualar las nueve Copas de Europa del fútbol.

El baloncesto se ha convertido en la gran esperanza del madridismo para celebrar algo grande en Europa y encima conseguir ese triunfo en Barcelona y con el Barça eliminado. Una buena manera de "vengar" a su hermano mayor, el Real Madrid F.C. No se puede pedir más.

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